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lunes, 2 de julio de 2012

LAS TICs AL SERVICIO DE LA JUSTICIA
El mayor objetivo: llegar al expediente electrónico. Expediente electrónico con firma digital. El caso de San Luis.
Ana María Boiero
Secretaria de Informatica Judicial
Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de San Luis


Objetivo Despapelización: una tarea ardua y compleja.
La actividad forense es, tal vez, una de las más esquematizadas, formales y afectas a las tradiciones, entre las actividades derivadas de profesiones liberales; eso nos hace menos permeables a los cambios. Pero es también la que tiene un mandato irrenunciable de acompañamiento con la sociedad, so pena de un divorcio que le costaría a la Justicia el alto precio de la incomprensión de los ciudadanos. Hoy la sociedad reclama a gritos mayor transparencia en la actividad de los poderes públicos y el Judicial no queda exento. Conscientes de esa responsabilidad, en los órganos que dirigen los destinos de los poderes judiciales de Argentina se ha tomado la decisión de avanzar en el proceso de informatización, para que la herramienta tecnológica ayude a lograr la publicidad de sus actos y la aceleración de los trámites procesales.
El objetivo final de un expediente totalmente digitalizado y accesible desde Internet (obviamente con diferentes niveles de consulta), como así la posibilidad de encarar reportes estadísticos de mayor complejidad, es un horizonte que resultará lejano, o no, según la capacidad económica de cada Poder Judicial. Algunos han recurrido al crédito internacional para equiparse, otros –como es el caso de la Provincia de San Luis- han tratado, con mucho esfuerzo, de andar el camino sin endeudamiento.
Otro de los factores, además del económico, que operan contra el avance hacia ese horizonte, es la resistencia al cambio de los operadores del sistema, tanto de los agentes judiciales como de los abogados. En este punto, es muy importante remarcar que la informatización de la actividad judicial no está pensada para espiar a los jueces, sino para apoyar su labor cotidiana, evitando el dispendio innecesario de recursos humanos en realizar tareas que son automatizables; pretende además, que los abogados y sus clientes conozcan la evolución de sus expedientes con mayor facilidad, como así también que los letrados puedan ingresar sus escritos en forma remota y segura, descongestionando los mostradores y ahorrando los costos y la pérdida de tiempo que insumen las recorridas habituales por tribunales. Sirve, finalmente, para que los responsables del gobierno judicial, es decir los miembros de Cortes y Superiores Tribunales, cuenten con reportes de gestión que ayuden a tomar decisiones informadas, y definir políticas adecuadas a los tiempos y a sus necesidades. A eso deberíamos agregar el gigantesco ahorro que implicarán para el Estado la despapelización y la aceleración de los trámites.
La tarea en marcha, entonces, es fundacional y ardua: concientizar, capacitar, minimizar los variados argumentos a que se recurre desde cada posición de intereses particulares para detener el avance hacia un cambio inexorable. Demostrar, en fin,  que el acoso tecnológico ha venido en son de paz y que sumarse al progreso no es claudicar, sino crecer. “(Revista Judicial, Año VI, Nº 16, San Luis, marzo de 2006, “El Acoso Tecnológico y los Beneficios de la Claudicación”, de mi autoría).-

Expediente Electrónico. Hacia la Despapelización
En líneas generales, podemos destacar que el expediente electrónico en uso en San Luis cuenta con una Mesa General Única de Entradas para todos los fueros, excluido el fuero penal (en el que la distribución de causas se relaciona con la fecha de ingreso). Este organismo carga los juicios nuevos en el sistema informático, los sortea y los envía electrónicamente al Juzgado que resulta sorteado, de manera que al llegar el Abogado con su demanda al lugar asignado, en el sistema ya están registrados los datos básicos del nuevo expediente. El esquema se complementa con la Mesa General de Entradas de Cámara, que distribuye los expedientes que se elevan por primera vez a la alzada, los cuales son recibidos electrónicamente para continuar su tramitación y, finalizada la instancia recursiva, devueltos al juzgado de origen con los cambios registrados.
El sistema informático cuenta con la funcionalidad de Firma Digital, de manera que todas las actuaciones emanadas de los distintos organismos judiciales son firmadas por los magistrados y funcionarios con esta herramienta tecnológica que garantiza su autoría e inviolabilidad.
El sistema informático puntano permite también el acceso a las causas vía Web con la posibilidad para los profesionales de ingresar a sus expedientes y efectuar el control de las actuaciones, bajar los archivos a sus propias computadoras y también incorporar escritos firmados digitalmente en forma remota, es decir a través de Internet, todo mediante el uso de cualquier dispositivo que permita esta navegación (vgr.: PC, celular, palm, etc.). Esta última funcionalidad (ingreso de escritos) comenzará a utilizarse efectivamente una vez que los Colegios de Abogados concluyan los trámites de constitución como Autoridad de Registro de sus colegiados y éstos obtengan sus certificados de Firma Digital.
Por otra parte, la integración del espectro público provincial en la Intranet de AUI, posibilita la interacción del Poder Judicial con el resto de los organismos que conforman el mismo, a través de comunicaciones electrónicas firmadas digitalmente.

El Cambio es Tarea de Todos.
Es indispensable entender que el camino hacia la despapelización del trámite judicial es una tarea de todos, no es de una oficina, ni de un sector, ni siquiera del poder judicial en su conjunto solamente; es de todos los actores de la actividad forense, internos y externos, de todos los que nos quejamos de la burocracia y la lentitud, del desinterés y la ineficiencia, de los vicios y los contratiempos, de los múltiples inconvenientes en el día a día de los procesos judiciales. Una importante cuota de esos problemas se puede mejorar sensiblemente con un buen sistema informático, pero el cambio depende –como no podría ser de otra manera- de sus actores.
El desafío es enorme y es un lento proceso sin final, plagado de dificultades propias de la adaptación al cambio y del perfeccionamiento de todas las herramientas tecnológicas que se vayan implementando, como así también del marco jurídico que las sustente.
La tecnología no es la solución de todos los males y no reemplaza a la elaboración propia del pensamiento humano, pero también sabemos que nos brinda una ayuda irremplazable para transparentar acciones y reducir tiempos procesales, acceder a un número impensable de información al instante y ejecutar los procesos repetitivos de manera automática.
Por eso vale la pena animarse a una nueva manera de organizar el día a día con el auxilio de la tecnología, para que se pueda dedicar más tiempo a pensar en la elaboración de la estrella principal de toda esta historia, que no es otra que la Sentencia que pone final al conflicto social.


Enviado por Eliana Assumma

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